Sin embargo, la votación terminó con 12 votos para Alemania, 11 para Sudáfrica y una abstención del representante neozelandés, Charles Dempsey. Sin embargo, el mismo 21 de agosto, la FIFA decide intervenir la AUF a raíz de las irregularidades que estaban ocurriendo y porque los estatutos de la última no se habían ajustado a los que exigía la máxima organización de fútbol mundial.