No sé de donde surge esa necesidad no sólo de delimitar espacios y lugares sino de hacerlo además con sentimientos tan puros como la amistad o el amor. Y como no, no podía faltar en una zona turística como la Plaza de Armas la estampa típica de un grupo de japoneses sacándose fotos con policías antidisturbios. Quito es una ciudad que me llamó la atención por su arquitectura y la disposición de calles, decenas de iglesias (Iglesia de la Compañía de Jesús, Iglesia de San Francisco, Monasterio de San Agustín…) y monumentos.