Una vez que estás percibida es un poco más incómoda pero como está ayudando a la postura y elude mayor malestar posterior, se aguanta. Para no restar protagonismo a la pieza estrella, la Reina Letizia la ha conjuntado con una blusa blanca sin cuello y escote en pico, cruzada tipo los vestidos wrap que popularizó Diane Von Furstenberg, con hombro muy marcado y manga abullonada.