Javier Ajenjo, director del Sonorama Ribera y uno de los fundadores de la asociación cultural Art de Troya, organizadora de tal evento. Hoy, 25 años después, nada se parece a aquello, salvo el espíritu del festival arandino que sigue siendo el mismo de antaño con una esencia que ha dejado poso todo este tiempo tras haber estado en barrica un cuarto de siglo como los buenos caldos Ribera del Duero.