”. Una nube de polvo y humo cubría toda la calle y la gente abandonaba la zona, espantada, intentando ponerse a salvo; otros se acercaron al Saratoga, intentando encontrar personas con vida, heridos quizás, pero vivos. El humo era espeso. Bajé escaleras abajo como si me comiera cada escalón”. A las 10:00 a.m del 6 de mayo la dirección del proyecto Payret estaba reunida, como cada viernes, haciendo el plan de la semana.