Entretanto, el ex asistente técnico de Marcelo Bielsa, Claudio Vivas, se hizo cargo del equipo en su primera experiencia como DT. Al cabo de ese año, Gorosito iría a dirigir a River Plate y muchos de los jugadores destacados serían vendidos, en varios casos al exterior, como Escudero y Pereira, transferidos respectivamente al Corinthians y al CFR Cluj en cifras superiores al millón de dólares. Después de años de padecimientos y con una plana directiva enfocada en recuperar la imagen del club, el Bicho volvía a tener un equipo sólido en todas sus líneas y competitivo, contando con un extraordinario mediocampo conformado por el doble cinco Ortigoza y Mercier, sumados a Palito Pereira y el Flaco Peñalba y a la picante ofensiva con el clásico delantero central Nicolás Pavlovich y el extremo Gabriel Hauche, respaldados por Canuto, Caruzzo, Scotti y Escudero en la línea de fondo y con Sebastián Torrico en la valla.