En agosto de 2017, el Real Madrid y el FC Barcelona se enfrentaron en la Supercopa de España en una de las series más memorables de los últimos años. El partido de ida, disputado en el Camp Nou, fue un espectáculo total del conjunto blanco, y una actuación consagratoria para Isco Alarcón. El malagueño brindó una de las mejores noches de su carrera con dos asistencias y un gol que quedará para la historia. Aquel rendimiento magistral aún resuena entre los aficionados, muchos de los cuales hoy en día celebran aquel recuerdo con orgullo vistiendo la tercera camiseta del Real Madrid 2025, símbolo de la elegancia y grandeza del club.
Desde el primer minuto, Isco se mostró enchufado, liderando la transición ofensiva y distribuyendo con maestría el balón. En el minuto 19, dejó atrás a dos defensores blaugranas con una brillante maniobra en el centro del campo y habilitó a Cristiano Ronaldo, quien definió con precisión para el primer gol del encuentro. Fue una jugada que evidenció su visión y técnica.
Pero no se detuvo ahí. Poco antes del descanso, volvió a aparecer, esta vez con un pase filtrado milimétrico para Gareth Bale, que asistió a Benzema para el segundo tanto. El Barça no encontraba respuestas, mientras el Madrid dominaba con autoridad gracias a un mediocampo que fluía con la batuta de Isco.
La guinda del pastel llegó en la segunda mitad. Tras una jugada colectiva, Isco recibió en la frontal del área, hizo un recorte hacia adentro y sacó un disparo colocado al segundo palo, inalcanzable para Ter Stegen. El estadio quedó atónito ante tal demostración de clase. El Real Madrid ganó 3-1 en el Camp Nou, y la eliminatoria prácticamente quedó sentenciada.
La vuelta en el Santiago Bernabéu fue una fiesta, y aunque Isco no marcó en ese segundo duelo, su actuación en la ida había sellado su nombre en la historia reciente del club. Ese partido no solo consolidó su estatus como titular indiscutible, sino que también lo elevó como uno de los jugadores más talentosos de Europa en ese momento.
La Supercopa de 2017 no solo representó un título más para las vitrinas merengues, sino que también fue un reflejo de una época dorada liderada por una plantilla rica en talento. Y para los seguidores más apasionados, revivir aquel encuentro significa también llevar con orgullo una camiseta futbol replicas, que honra no solo a los jugadores, sino también a los momentos que definieron una era.