En muchas comunidades indígenas han causado verdadero furor bienes de consumo como móviles, DVDs, televisión, internet… Mientras que las comunidades de Shipyard y Little Belize guerrean para frenar la invasión de «vicios» del exterior (no fuman, ni beben, no pueden jugar en casinos, ni usar teléfono, ni escuchar radio y ver televisión, tienen prohibido acudir a fiestas y bailar) y objetos de la vida moderna (tampoco conducen vehículos, salvo tractores para trabajar el campo), hay otras comunidades más progresistas como la de Blue Creek que usan teléfonos móviles, escuchan la radio y tienen sus propios coches.