Tras recoger mi pesada mochila y la guitarra española que me he traído para alegrar los momentos de soledad, me dirigí al Visitor Center -Centro de Visitantes- para ver si alguien me aclaraba cómo podía llegar al hostal que previamente había reservado por teléfono desde Anchorage. Para mi sorpresa, en el interior se encontraban Fran, un chico madrileño que trabaja como profesor de español en Oakland y que tras 15 días en Alaska volverá a España, y Patricia, nueva camiseta real madrid 2022 23 antropóloga de la Universidad de Morelia (Méjico).